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DELIRIOS DE flaqueza

Mi mayor proeza, el peor de mis vicios

<<... Bienvenidos al vuelo SG 373 con destino Katmandú,
recuerden que durante todo el vuelo queda prohibido
encender los teléfonos móviles, así como hacer uso alguno
de cualquier dispositivo electrónico. Por problemas técnicos ajenos
a nuestra voluntad, no podremos ofrecerle en el transcurso del trayecto
el visionado de largometrajes, como viene siendo habitual por nuestra parte.
Por tanto, de forma compensatoria y con carácter excepcional,
ponemos a su disposición un extenso catalogo de libros
que pueden solicitar gratuitamente al personal de tripulación...>>

Bueno, tú ya sabes, eso del sueldo base y las prestaciones sociales

De que te roben cuarenta euros en la gasolinera
obligándote además a que seas tú quien apriete el gatillo.
Maldito el coste del establecimiento de las llamadas
que nunca debiste haber hecho, y maldito el día
en que te dio por prender el primer cigarrillo.
Y que no te vengan ahora a hablar de revoluciones.
La revolución dejo de tener sentido desde el momento
en que a alguien le dio por inventar la pasta de sobre.

En Andalucía hubo un tiempo, en que para sobrevivir
espillábamos con esmero la cola de los caballos
de aquellos nobles castellanos que estaban de paso.
Hoy nos cepillamos a alguna británica despistada,
de esas que piden Vodka Lemon en las discotecas,
y esa es la mejor manera que se me ocurre
de ilustrar sin mucho esmero, lo que es el progreso.

Y la libertad, supongo que es poder subirle la falda a tu novia,
mientras ella te da su aprobación con besos en el cuello.
Cuanto menos, es una magnífica manera de sentirse preso.

En cualquier caso, todo tiende a abocarse al fracaso autocomplaciente,
A tener que elegir entre olvidar con besos nuestras penas, o por el contrario,
optar por olvidar con penas todos aquellos besos. La respuesta a tal disyuntiva
no es tan obvia como pudiera parecer. No a largo plazo. Párete a pensarlo.

Se que no entiendes lo que trato de hacerte ver con este amasijo de ideas.
Tampoco lo pretendo. Se trata más bien de una ráfaga corta de disparos al aire.
Un fuego de cobertura para poder correr sin miedo hacia el final del pasillo.

También a ti te engañaron con el truco del burro y la zanahoria. Ya lo creo.
Apretones de mano. Palmadas en la espalda. Pensión contributiva.
Y todo sin cerciorarte en momento alguno de la extraña similitud que hay
entre tu vida laboral con la de aquel Chaplin de "Tiempos modernos"
que te desencajaba la mandíbula a carcajadas. Valiente gilipollez.
¿Como puede alguien acabar por comerse la orna de los zapatos?

Tiempo al tiempo

También sabes de sobra que mi mayor proeza fue no pensármelo dos veces.
Eso de que tu mano derecha no sepa nunca lo que hace tu mano izquierda.
Y yo en aquel momento supe tener hábilmente distraída a una de mis manos
sosteniéndome la cerveza, mientras acertaba a poner la otra entre sus piernas.
Que hija puta la princesa engreída disfrazada de inocencia.
Pero yo no me arrepiento, oye.

Además una cosa lleva a la otra, y esta a una tercera, y ahí esta la gracia.
Vas saltando de una a otra situación con el cosquilleo de la incertidumbre.
Así hasta el final. O hasta el exceso. Que te voy a contar.
Eso, o te conviertes en el cervatillo asustado de Schopenhauer,
que ni siente ni padece escondido en una cueva,
asomando muy de cuando en cuando la cabeza.

Pues eso, que mi mejor proeza sigue con todo,
siendo eso de no pararme a pensar dos veces.

También mi peor vicio.

Y Ahora ya me ves. Con la manta liada a la cabeza,
aquí ando jactándome de mi propia ignorancia. Inducida.

¿Pero sabes?

No me va tan mal...


<...El tiempo estimado de vuelo es de veinte horas diecisiete minutos.
Tengan por tanto a bien, ahorcarse con la mascarilla de oxigeno,
todos aquellos que en el día de hoy no se presten a lectura o reflexión alguna.
Nuestra compañía les brinda, por el mismo precio, esta última oportunidad de salvarse a si mismos.
La tripulación de a bordo y el comandante les desean un placentero viaje. Muchas gracias.>

1 comentario

jan -

muy bueno, joder, me gusta lo que escribes. Dale duro.