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DELIRIOS DE flaqueza

Mordiscos

Patas de gallo

Patas de gallo

Voy perdiendo con los años
la capacidad de emocionarme 
por lo divino y por lo mundano.

Sufro, sin embargo
menos que antes.

Efectos secundarios,
grados de experiencia,
mis putas patas de gallo:  
filtro necesario de
cacareos y sensibilidades

La paradoja de beber café,
disfrutar pese al trago amargo.

Voy perdiendo con los años. 
Y sin embargo, gano. 

Tiempo y compás

Tiempo y compás

A veces echo de menos el caos.

Entregarme a su desorden mayúsculo
sin intentar resolverlo.

Disfrutar de la entropía
y confiar en la posibilidad
de un mañana redentor
que nada tiene que ver con Dios.

Ahora que toca aceptar que la juventud
se asoma al ocaso,
que es absceso y necrosis,
que ya casí la conjugo en pasado
y solo por momentos soy capaz de sostenerla
entre mis dedos,
como las fotos de aquel tiempo.

Es justo ahora cuando echo de menos su belleza
y me encabrono,
consciente de que se va con otra, con otros.

Pero también cuando me digo
que no caeré en la trampa,
de negar aquellos años,
y convertirlos en pretexto
para dejar de vivir apasionadamente.

Que sabré ser digno heredero,
de su inspiración y su locura.

Nada nuevo bajo el sol

Nada nuevo bajo el sol

La vida es asquerosamente frágil,
y nadie
siendo honesto consigo,
podrá ponerlo en tela de juicio

Pero es mejor no pensarlo,
seguir a tus trece
mirar al costado,
esquivar la evidencia...

Aunque tarde o temprano,
la vida misma
será quien
te recuerde
que esa fragilidad
inevitable
y aparentemente imperecedera
acabará por doblegarte.

Por reivindicarse
y señalarte
que tuviste la oportunidad
de ser consciente de ello

Pero que ahora ya no,
que ahora:
que te jodan.

Manual para dias dificiles

Manual para dias dificiles


No hagas los deberes,
enamórate de las causas perdidas.
 
Después de ahorrar durante un tiempo
lárgate un lunes a Nueva Orleans,
a bailarle las penas al asfalto
para desalienarte con aires festivos
de soul carnavalero de Mardi Grass,

regresa después al Mediterráneo,
o al que quiera sea tu mar
o tu trinchera
-todos necesitamos una-
bien ciego de sonido de saxofones
a pasar una resaca de tres dias.

Multiplica el mundo,
réstale las dudas.

Compra un bote de spray
de algún color que nos defina*
para inundar los muros de
poesía contestataria,
alegando luego ante la policía
que ciertas ciudades
necesitan maquillaje
en verso
"sepa usted, señor agente"
para verse más guapas

Se trata de eso,
de perderle el miedo
al miedo a perder

De abordar de un salto
y casi mejor de madrugada
cualquier yate del puerto deportivo,
escurrirse entre risas hasta la proa,  
y beberse a morro
una botella de vino barato
en buena compañía

Piratas fugaces bajo un manto estrellado
que nos redime de algún modo
por todo aquello que
ya nunca conseguiremos llegar a ser.


De hacer de la vida mientras podamos,
nuestro patio de recreo, se trata

De dejarse llevar,
antes de que sea ella quien se nos lleve,
a bordo de un demasiado tarde.



*(ya saben a quienes me refiero:
a los paracaidistas con vértigo, al sindicato de marineros en tierra, a los astronautas frustrados que malviven borrachos de lunas en las calles del barrio...)

Los muros de Ítaca

Los muros de Ítaca

Aunque se te acelera el pulso
le sostienes a Phobos la mirada
y haces de nuevo la maleta calculando
cuantas camisetas te haran falta esta vez
para alcanzar los muros de Itaca

hace un tiempo estás a mano
con las vedas de Artemisa
aunque solo ultimamente
disimules en sociedad
esa mirada ahora velada
de cazador selectivo

fue divertido eso de ser un crio
jugando con cerillas
sobre bidones de gasolina
proyectando pájaros entre las sombras

pero a estás alturas estas ya de vuelta
de toda esa mierda
de  las quemazones internas
en la que
sabes
se consumen al final
los amantes incorregibles de la derrota

quien camina siempre en círculos
acaba por morir en espirales domésticas

y optas por rumbos firmes
más allá de las aceras
consciente al menos
de que ni a los muertos
ni a los vencidos les tiemblan
como a ti te tiemblan las rodillas



(... y arde así otra Troya a tus espaldas
proyectando sin embargo
hacia delante
las sombras de tus propias alas)

Una vida tranquila

Una vida tranquila

Ahora que ha terminado todo
es posible que me retire de la ciudad
y me recoja en un piso de alquiler,
tercera linea de playa,
balcón de espaldas al mar,

-abdicando de mi condición
inmadura de rey del gallinero
para convertirme en un
pringado más, con butaca
de segunda en la platea-

y puede entonces que
adopte un podenco en la perrera,
o me compre un albornoz
a precio de saldo en el supermercado,
que acabe por dedicarle una tarde entera
a devolver los cedés de los noventa
a sus carátulas de ayer,

que abrace la
en el fondo siempre fatigosa,
vida tranquila,
nido de mansedumbres,
de revistero lleno de suplementos dominicales
siempre y todavía, pendientes,
a medio leer...


Ahora que ha terminado todo,
puede, me temo, que empiece lo peor.

Efervescencia

Efervescencia

Somos
una pastilla efervescente
bajo la vertical
de un grifo que gotea

lentamente,

como esa famosa tortura
vox populi.



Una pastilla efervescente
en el centro del
desagüe,

eso somos.



Y yo a veces suplico
por qué algún pequeño
Dios bondadoso
de andar por casa

abra un poco el caudal
de mi grifo,

tan solo un poco.

Sueños y alcantarillados

Sueños y alcantarillados

Estaba hermosa
sentada en el segundo escalón
del Cine Montalbán
compartiendo el humo del hachís
y sus miedos a no ser nada en la vida

Renegando de sus suertes
cuando despues de mucho empeño
lo habia conseguido ser todo
a ojos de los demás:

prestigio laboral
en los mundos del bisnes,
y un marido ejemplar


Estaba hermosa pretendiendo
que yo la convenciera
de que cambiase de vida
y de suertes sobre el escenario,
en plan de "aun estas a
tiempo no seas tonta
que treintaytres años no son nada"

Fantaseando nuevas vidas
sin entender que resulta ventajista
aspirar a cambiar de guión
a las siete de la mañana de un martes,
cuando descansas al día siguiente
y al final de cada mes disfrutas
de un sueldo de cinco cifras

Lo dificil es hacerlo a esa misma hora
cuando te toca ir a trabajar
y recien levantada
avanzas legañosa
a tientas por la habitación,
para no despertar al
padre de tus hijos

Lo dificil es ser consecuente
y dejarlo todo sin tener
donde caerte muerta,
aceptando que en realidad
no era tan sencillo
ni siquiera caer en la cuenta


Y yo a esas horas me sentía viejo
para andarle contando cuentos,
sabiendo que al final
los dragones siempre gozan
de impunidad en los juzgados,
que el pueblo sueña
con prenderle fuego a las gobiernos,
y que las princesas en el fondo
no quieren dejar de ser princesas

Por muy hermosas que se pongan
cuando se mienten a si mismas.

Octubre y Tú

Octubre y Tú

Octubre me recoge
en su regazo
me resguarda
entre las hojas caídas
de mis cuadernos caducos
de otros otoños más sibilinos si cabe,
más venenosos todavía

Así que corre, ven
y muérdeme las penas
antes de que llegue la vendimía
y se me marchiten parasiempre las ganas de lamerte.

Instinto

Instinto
Por más que me empeño
en domarme a mi mismo,

que cojo y me entrego
a las bondades de la sensatez,
al deporte, la lectura,
a la dieta mediterránea…

tarde o temprano
siempre acabo por claudicar.



Por más que me enorgullezco
de alicatarme mis días al gusto
a golpes de perseverancia
y a fuerza de escroto,

de sobrevivirle a tantas
convenciones sociales
sin tener que mercantilizarme,

por más que me crezco,
acabo por ceder.
Acabo por

caer.



Tal vez sea cosa
de la doble hélice,
de un desorden nucleótido,
y una predisposición genética
autodestructiva y canalla,
pero por más que trato de evitarlo,
cuando todo va demasiado bien
necesito escapar de tanta pulcritud
y enterrar las buenas costumbres.



Transformarme en instinto puro,
hacer trampas hasta consumirme.



Y arrastrarte conmigo.

Infanticidios

Infanticidios

La gente por lo general
se va acostumbrando a paladear
el sabor de sus derrotas.

Empiezan por decirse aquello del
“¡Bueno! Es solo por un tiempo,
hasta que encuentre algo mejor”


Un trabajo más gratificante,
una novia más atenta,
unos amigos más afines.
Un perro que no se mee
al bajarlo por las escaleras.

Una vida que nunca llega
si uno no está dispuesto
a magullarse un poco...

Y con el tiempo muchos
se van borrando. Apagándose
como la lumbre de las candelas.

Bajan los brazos resignados y
postergan para siempre la lucha
contra sus circunstancias.

Caminando como lemmings hipnóticos
hacia el otro lado de la pantalla.

Y en el peor de los casos,
enorgulleciéndose en sociedad
de la ingente cantidad de mierda
con la que han acabado por sepultar
al niño que llevaban dentro.

Percepciones

Percepciones

No hay grandes verdades,

no hay premio final
(ni de consolación tampoco),
no hay ideologías
que no adolezcan de si mismas,
ni dioses,
ni más milagro
que el de lo improbable,

no hay segundas oportunidades,
porque
en realidad,
no hay siquiera
primeras oportunidades;

no existe filantropia
que aguante
más de tres asaltos
sobre la lona,

hay muy poco amor
y demasiado romanticismo,

naúseas pandémicas
disfrazadas de autocomplacencia
por doquier,

suicidas y sicarios compartiendo la mesa,

civilizaciones enteras brindándose
Salud!"
con copas de cicuta.







En realidad no hay demasiado
por lo que valga la pena
partirse la cara,
y tal vez sea esa
una buena razón para intentarlo...


Tal vez no...










No hay grandes verdades.

Calendarios nuevos. Viejas mentiras

Calendarios nuevos. Viejas mentiras

Por fin se van acabando los trámites y los protocolos
de esta abyecta división administrativa del calendario.
Se acabo la tregua, volvamos a las trincheras.
A los ombligos.
El que esté libre de pecado que queme la primera piedra,
que cambie de canal, que pase página y frunza el ceño.

Que le va a dar igual.

Los resortes siguen ahí esperando ser activados:
la nostalgia agazapada en estribillos tristes,
la lujuria ajustándose el liguero, mordiendose el labio,
los miedos sacando pecho desde el fondo del cajón,
las vergüenzas maquillándose en espejos ajenos.

Todo en su sitio, como lo dejamos al cerrar la puerta.

Arderán otras equiscientas hectáreas a finales de junio,
y la vecina del séptimo seguirá cada segundo lunes del mes
buscando en las estanterías del Alcampo su marca de champú.
Extractos de rosas salvajes del Sahel, para revitalizarse el alma.

Todos quieren dejar de ser esclavos de si mismos, de repente.
Del tráfico y de la grasa. Barrer con la inercia y el empirismo.
Encontrar esa fórmula arcana que pone a cero los relojes,
espoleandose las cabalgaduras hasta hacer sangrar la crin.
Sin comprender, que para llegar un poco más lejos,
a veces es necesario retroceder demasiado.

Y arde Troya cada año, con la misma cancioncilla de fondo.
La mismas cajas de música, la bailarina de mirada triste,
los pies cansados de girar, y girar, siempre hacía el mismo lado,
y esa sensación infinita del no llegar nunca a ninguna parte.

Año nuevo, vida nueva. Una y otra vez,
hasta que se oxide el engranaje o echemos a volar.

Punto y seguido

Punto y seguido

Hasta aquí hemos llegado, eso es indudable. Lo que venga desde ahora son tan solo vacilaciones. Un par de poemas de mierda. Un juego de azar sin instrucciones. Y hoy tan solo la insuficiencia expresiva de la que adolezco podrá ponerle fronteras a este harakiri de bolígrafo bic de punta fina. Tan solo la complicidad de esta botella de vino y esta mesa de madera sin pulir saben de lo que hablo. O intuyen cuanto callo. Tanta incertidumbre. Quien pudiera sodomizar tanta nausea de un plumazo y prenderle fuego a la primavera.

Con toda esa ignorancia regodeándose por las calles estamos perdidos. Todo ese saber estar rindiendo pleitesía a la moralidad barata. Romeo era un convicto y Julieta era una puta, alguien se encargo de venderlo como una historia de amor. This is the end, my friend y aquí estamos. Bienvenido a la eclosión del Marketing agresivo. Al final todos estaremos muertos. Tan solo quedará la memoria. La memoria, ese perro estupido de Ray, al que cuando le tiras un palo te trae cualquier otra cosa. Go to hell. Y a todo esto, la otra noche dirimíamos en la azotea la definición de un polvo sucio. Pero eso ahora es otra historia. Otro cuento. Maldita memoria.

A veces echó en falta su mirada atenta y el mutuo engaño de entendernos. Hablo ahora de mi perro. Echo de menos sacarlo a pasear bajo las lloviznas de abril. Por lo demás apenas me quejo. Hay demasiado niño de siete años esnifando terokal por estas calles como para quejarse. Pero eso no quita la otra noche me encontrase vencido. Demasiado vencido como para acabar de escribir esto. Esperando que alguien me tendiera un par de ases por debajo de la puerta. Y que despues se largara. Que se largara sin hacer ruido.

Nadie sabe con certeza que pasará cuando cese el blues sordo que se cuela por la ventana. Nadie sabe si volverán a cruzar el cielo esa ornada de pájaros negros. El caso es que aun seguimos vivos aunque estuviéramos equivocados. Y que quizás gracias a tanto error ahora estemos en lo cierto. Con el corazón curtido y la piel de lagarto. Aunque algo más cansados. Porque esto no es más que una batalla constante contra un ejército de espejos. Y hay que dominar el reflejo. Hacerse fuerte cada dia. Aparentarlo al menos. Enfrentarse al miedo. El caso es que hay que estar en guardia. Siempre atentos. El mejor consejo del mundo puede leerse en un tetrabrick de leche semidesnatada: “una vez abierto el envase debe mantenerse refrigerado”. Eso es lo único que nos mantendrá en pie. De lo contrario acabaremos por pudrirnos.

Vidrio y vorágine

Vidrio y vorágine

Es duro darse cuenta.
Respecto al pragmatismo y la coherencia digo.
Con los años te estas haciendo cada vez
más socialmente correcto.
Y eso es una mierda.
Un estercolero que apesta a buenas maneras.
Admites receloso que la autodestrucción
no parece una opción loable,
por aquello de que cumplas
con la finalidad última de sus pretensiones
y acabes dos metros bajo tierra
o en una urna barnizada sobre el televisor.

"No quedan más salidas que medirse uno mismo" te dices...
mientras te diagnosticas con aforismos siempre demasiado escuetos,
estirpando con versos los miedos que afloran en el fluir de la tinta roja.

Simétrica desproporción de esquirlas de metralla,
dentelladas serenas sobre la crin impoluta,
ensañamiento visceral a la altura del ombligo,
semillas de sésamo rodando sobre la almohada,
regueros de odio convertidos en fertilizante,
nocivo destelleo de eyaculaciones pirotécnicas,
remiendo de dudas destiladas en almíbar enmohecido,
asteriscos escuálidos en el margen izquierdo de la razón


Cualquier cosa con tal de no decir nada
ahora que se corren las horas sobre el minutero...

Aun con todo, el optimismo y la moral barata te siguen produciendo arcadas
y por eso tienes ganas de agarrar una botella y estamparla contra el suelo
aunque sea tan solo por gozar un segundo del estertor agónico de los cristales.

Pero sabes que despues acabaras por empuñar una escoba con la diestra
y barrer resignado con la cabeza gacha los restos de aquel malditismo errante
al que un dia sucumbiste desde el precipício vertiginoso de los taburetes,
sonriendo como un cabrón hedonista seguro de si mismo que juraba venganza
ante el mediocre desfile de respuestas faciles que contentaban a los cualquieras

Profiriendo amor incondicional al disfraz perpetuo de las madrugadas...

Pero hasta la desesperanza sucumbe con el tiempo
a la combustión de las verdades
y a las noches mas sinuosas tarde o temprano
acaba por corrersele el rimel por la mejilla,
descubriendose la mentira tan bien contada
de los carpe diem que agonizan en el desfiladero

Y resulta ser con la luz del sol cuando se vislumbran los horizontes,
y se desnudan las oportunidades susurrandote al oido "follame como nadie..."

Hay que joderse, te dices,
ya podías haberte dado cuenta antes...

Mi mayor proeza, el peor de mis vicios

<<... Bienvenidos al vuelo SG 373 con destino Katmandú,
recuerden que durante todo el vuelo queda prohibido
encender los teléfonos móviles, así como hacer uso alguno
de cualquier dispositivo electrónico. Por problemas técnicos ajenos
a nuestra voluntad, no podremos ofrecerle en el transcurso del trayecto
el visionado de largometrajes, como viene siendo habitual por nuestra parte.
Por tanto, de forma compensatoria y con carácter excepcional,
ponemos a su disposición un extenso catalogo de libros
que pueden solicitar gratuitamente al personal de tripulación...>>

Bueno, tú ya sabes, eso del sueldo base y las prestaciones sociales

De que te roben cuarenta euros en la gasolinera
obligándote además a que seas tú quien apriete el gatillo.
Maldito el coste del establecimiento de las llamadas
que nunca debiste haber hecho, y maldito el día
en que te dio por prender el primer cigarrillo.
Y que no te vengan ahora a hablar de revoluciones.
La revolución dejo de tener sentido desde el momento
en que a alguien le dio por inventar la pasta de sobre.

En Andalucía hubo un tiempo, en que para sobrevivir
espillábamos con esmero la cola de los caballos
de aquellos nobles castellanos que estaban de paso.
Hoy nos cepillamos a alguna británica despistada,
de esas que piden Vodka Lemon en las discotecas,
y esa es la mejor manera que se me ocurre
de ilustrar sin mucho esmero, lo que es el progreso.

Y la libertad, supongo que es poder subirle la falda a tu novia,
mientras ella te da su aprobación con besos en el cuello.
Cuanto menos, es una magnífica manera de sentirse preso.

En cualquier caso, todo tiende a abocarse al fracaso autocomplaciente,
A tener que elegir entre olvidar con besos nuestras penas, o por el contrario,
optar por olvidar con penas todos aquellos besos. La respuesta a tal disyuntiva
no es tan obvia como pudiera parecer. No a largo plazo. Párete a pensarlo.

Se que no entiendes lo que trato de hacerte ver con este amasijo de ideas.
Tampoco lo pretendo. Se trata más bien de una ráfaga corta de disparos al aire.
Un fuego de cobertura para poder correr sin miedo hacia el final del pasillo.

También a ti te engañaron con el truco del burro y la zanahoria. Ya lo creo.
Apretones de mano. Palmadas en la espalda. Pensión contributiva.
Y todo sin cerciorarte en momento alguno de la extraña similitud que hay
entre tu vida laboral con la de aquel Chaplin de "Tiempos modernos"
que te desencajaba la mandíbula a carcajadas. Valiente gilipollez.
¿Como puede alguien acabar por comerse la orna de los zapatos?

Tiempo al tiempo

También sabes de sobra que mi mayor proeza fue no pensármelo dos veces.
Eso de que tu mano derecha no sepa nunca lo que hace tu mano izquierda.
Y yo en aquel momento supe tener hábilmente distraída a una de mis manos
sosteniéndome la cerveza, mientras acertaba a poner la otra entre sus piernas.
Que hija puta la princesa engreída disfrazada de inocencia.
Pero yo no me arrepiento, oye.

Además una cosa lleva a la otra, y esta a una tercera, y ahí esta la gracia.
Vas saltando de una a otra situación con el cosquilleo de la incertidumbre.
Así hasta el final. O hasta el exceso. Que te voy a contar.
Eso, o te conviertes en el cervatillo asustado de Schopenhauer,
que ni siente ni padece escondido en una cueva,
asomando muy de cuando en cuando la cabeza.

Pues eso, que mi mejor proeza sigue con todo,
siendo eso de no pararme a pensar dos veces.

También mi peor vicio.

Y Ahora ya me ves. Con la manta liada a la cabeza,
aquí ando jactándome de mi propia ignorancia. Inducida.

¿Pero sabes?

No me va tan mal...


<...El tiempo estimado de vuelo es de veinte horas diecisiete minutos.
Tengan por tanto a bien, ahorcarse con la mascarilla de oxigeno,
todos aquellos que en el día de hoy no se presten a lectura o reflexión alguna.
Nuestra compañía les brinda, por el mismo precio, esta última oportunidad de salvarse a si mismos.
La tripulación de a bordo y el comandante les desean un placentero viaje. Muchas gracias.>

Observa

Observa

Mírame a los ojos. Otorgame el beneficio de la duda
antes de que despunte el alba y cubra
toda esta nada de espuma.
Tenemos aun media hora por delante
hasta que abran las puertas los estancos,
diez segundos para que cese
el parpadeo nervioso de semaforos,
antes de que caiga en letargo,
todo este firmamento de sueños desvalidos
.
Cuentale a las penas que no fui yo
quien dibujo en tu rostro aquella mueca inutil,
que le pone precio a esta ruleta rusa
de polvora mojada y de corazones en ristre,
porque a mi con esta mano tan coja de jotas,
no hay dios que me tienda una escalera.
No será al menos en esta noche ambientada
por el solo de ascensores impacientes.

Pero ten paciencia,
que aun se hacerme valer de algunos trucos
de chistera,
para resurgir de las cenizas una y otra vez.
Para quemar a fuego lento mis maneras.
Tú aprieta los dientes por si acaso.
No vaya a ser que te pille improvisando
el fuego de metralla.
Porque mis heridas saben que al final
de la tregua se revuelve el orgullo.
Más el propio que el tuyo.
Porque despues de cada despues,
por mucho que se esconda la luna,
siempre llega un ahora...

Gritar desde el coche a 120

Gritar desde el coche a 120

Estas son las últimas letras
que tuerzo por ti,
el último pellizco
que me dejo dar sin permiso..

Lo siento princesa pero ahora yo soy
como ese gato negro que deambula
entre las rocas del espigón
al que temen todos
los cangrejos de la zona,
por su astucia más que por su naturaleza felina,
aunque apenas ya solo
le queden un par de vidas..

Lamentando decirte que he pintado este verano de un inmenso azul clarito
sobre el gris que me trae tu recuerdo a mi cabeza
la vida, cariño, me va sonreir aunque sea a patadas y a tu espalda..

Que el "no hay dinero en el mundo para comprar
eso que tu vendes por una miseria", lo has vuelto del reves..

Ya ves..

Pues ya ves corazón, que no me tiembla el pulso para decirte "bye bye",
y las razones que no me han estado faltando de un tiempo a esta parte
vienen ocupando ya un inmenso espacio en la tercera repisa de este minibar..

Porque venia siendo más una cuestión de echarle huevos al asunto
y en tu nombre, pasar de regar a ahogar las penas,
con un par de litros de cerveza fría y una sesión de Jazz caliente..


¿Y ahora qué?

Pues que te dejo ya por siempre arropada por mi indiferencia
y este inmenso silencio que nunca oiras, por venganza

Que por mi parte yo me basta con gritar
desde el coche a 120 un último:
"Que te follen mi amor"

Todo lo demás

Todo lo demás La contundencia de la duda
como consecuencia de la libertad,
catapulta la necesidad del verso
cuando las palabras se desnudan
dentro de un vaso de Ginebra 

Y es en ese entonces
cuando los árboles tatúan
corazones maltrechos en mi pecho,
con la punta quebrada de un puñal oxidado

Bien lo sabes ingrata,
que me he cansado de ser
unas alas de papel ardiendo
en una urna de cristales mojados

Aléjate de aquí maldita,
pero no te apartes del todo de mí,

Que quiero que veas
como veintitantas primaveras
se desatan furiosas
en cada poro de mi piel

Para cabalgar en cuarto menguante
por el lomo de otra luna
en su ímpetu de querer llegar
más lejos que nadie
con este galopar afligido

Para estar así
mas cerca de mi mismo
de lo que nunca estuve

Para poder olvidarte
sin tener que olvidarte

Y todo lo demás...
todo lo demás es mentira
y si acaso no lo es
te lo suplico,

Miénteme

La rabia en caliente

La rabia en caliente La rabia en caliente y despues el corazón congelado,
y las conjeturas de futuro follando con puñaladas pasadas,
los impulsos que no entienden de razones pudientes
cuando voy apagando ilusiones marchitas por el suelo,

Y tu queriendo demostrarme que 2 más 2 no son 4
aunque yo sepa de sobra que 10 por 0 es un 0 inmenso
que las lagrimas que lloro me escuecen cada vez más
porque desde que deje de llorarlas me ahogan por dentro

Porque a este corazón sediento no lo aplaca una cerveza
y estas ganas de quererte tienen vocación suicida
Porque "cuidate mucho" es un eufemismo caprichoso
y "quiero que seas feliz sin mi" una falacia descarada


¿Y a quien le importa que el quiero y el debo se batan a muerte?
No ves que no da abasto el corazón al rodar sobre la arena
Que desde que te has ido hasta el sol se burla de mi tristeza

Que en este cuento que no es ningun cuento
doy fe de que el verdugo se gana su sueldo
y que los soñadores se mueren de insomnio

"No te olvides de mi cuando me olvides"
y las palabras atropellandose en mi garganta,
porque sabes que cuando te deseo me traiciono,
aunque trate de no recordar los besos que has dado
desde aquel momento en que dejamos de besarnos,
y yo quiera hacerte creer que estan olvidados