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DELIRIOS DE flaqueza

Punto y seguido

Punto y seguido

Hasta aquí hemos llegado, eso es indudable. Lo que venga desde ahora son tan solo vacilaciones. Un par de poemas de mierda. Un juego de azar sin instrucciones. Y hoy tan solo la insuficiencia expresiva de la que adolezco podrá ponerle fronteras a este harakiri de bolígrafo bic de punta fina. Tan solo la complicidad de esta botella de vino y esta mesa de madera sin pulir saben de lo que hablo. O intuyen cuanto callo. Tanta incertidumbre. Quien pudiera sodomizar tanta nausea de un plumazo y prenderle fuego a la primavera.

Con toda esa ignorancia regodeándose por las calles estamos perdidos. Todo ese saber estar rindiendo pleitesía a la moralidad barata. Romeo era un convicto y Julieta era una puta, alguien se encargo de venderlo como una historia de amor. This is the end, my friend y aquí estamos. Bienvenido a la eclosión del Marketing agresivo. Al final todos estaremos muertos. Tan solo quedará la memoria. La memoria, ese perro estupido de Ray, al que cuando le tiras un palo te trae cualquier otra cosa. Go to hell. Y a todo esto, la otra noche dirimíamos en la azotea la definición de un polvo sucio. Pero eso ahora es otra historia. Otro cuento. Maldita memoria.

A veces echó en falta su mirada atenta y el mutuo engaño de entendernos. Hablo ahora de mi perro. Echo de menos sacarlo a pasear bajo las lloviznas de abril. Por lo demás apenas me quejo. Hay demasiado niño de siete años esnifando terokal por estas calles como para quejarse. Pero eso no quita la otra noche me encontrase vencido. Demasiado vencido como para acabar de escribir esto. Esperando que alguien me tendiera un par de ases por debajo de la puerta. Y que despues se largara. Que se largara sin hacer ruido.

Nadie sabe con certeza que pasará cuando cese el blues sordo que se cuela por la ventana. Nadie sabe si volverán a cruzar el cielo esa ornada de pájaros negros. El caso es que aun seguimos vivos aunque estuviéramos equivocados. Y que quizás gracias a tanto error ahora estemos en lo cierto. Con el corazón curtido y la piel de lagarto. Aunque algo más cansados. Porque esto no es más que una batalla constante contra un ejército de espejos. Y hay que dominar el reflejo. Hacerse fuerte cada dia. Aparentarlo al menos. Enfrentarse al miedo. El caso es que hay que estar en guardia. Siempre atentos. El mejor consejo del mundo puede leerse en un tetrabrick de leche semidesnatada: “una vez abierto el envase debe mantenerse refrigerado”. Eso es lo único que nos mantendrá en pie. De lo contrario acabaremos por pudrirnos.

2 comentarios

yanneee -

tal cual..quien sera? sin duda un poeta..mis felicitaciones, amo la gente que ve el mundo como es...eternamente gris

Anónimo -

"Nadie sabe con certeza que pasará cuando cese el blues sordo que se cuela por la ventana..."

¿quien eres?