Observa
Mírame a los ojos. Otorgame el beneficio de la duda
antes de que despunte el alba y cubra
toda esta nada de espuma.
Tenemos aun media hora por delante
hasta que abran las puertas los estancos,
diez segundos para que cese
el parpadeo nervioso de semaforos,
antes de que caiga en letargo,
todo este firmamento de sueños desvalidos
.
Cuentale a las penas que no fui yo
quien dibujo en tu rostro aquella mueca inutil,
que le pone precio a esta ruleta rusa
de polvora mojada y de corazones en ristre,
porque a mi con esta mano tan coja de jotas,
no hay dios que me tienda una escalera.
No será al menos en esta noche ambientada
por el solo de ascensores impacientes.
Pero ten paciencia,
que aun se hacerme valer de algunos trucos
de chistera,
para resurgir de las cenizas una y otra vez.
Para quemar a fuego lento mis maneras.
Tú aprieta los dientes por si acaso.
No vaya a ser que te pille improvisando
el fuego de metralla.
Porque mis heridas saben que al final
de la tregua se revuelve el orgullo.
Más el propio que el tuyo.
Porque despues de cada despues,
por mucho que se esconda la luna,
siempre llega un ahora...
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