Manual para dias dificiles

No hagas los deberes,
enamórate de las causas perdidas.
Después de ahorrar durante un tiempo
lárgate un lunes a Nueva Orleans,
a bailarle las penas al asfalto
para desalienarte con aires festivos
de soul carnavalero de Mardi Grass,
regresa después al Mediterráneo,
o al que quiera sea tu mar
o tu trinchera
-todos necesitamos una-
bien ciego de sonido de saxofones
a pasar una resaca de tres dias.
Multiplica el mundo,
réstale las dudas.
Compra un bote de spray
de algún color que nos defina*
para inundar los muros de
poesía contestataria,
alegando luego ante la policía
que ciertas ciudades
necesitan maquillaje
en verso
"sepa usted, señor agente"
para verse más guapas
Se trata de eso,
de perderle el miedo
al miedo a perder
De abordar de un salto
y casi mejor de madrugada
cualquier yate del puerto deportivo,
escurrirse entre risas hasta la proa,
y beberse a morro
una botella de vino barato
en buena compañía
Piratas fugaces bajo un manto estrellado
que nos redime de algún modo
por todo aquello que
ya nunca conseguiremos llegar a ser.
De hacer de la vida mientras podamos,
nuestro patio de recreo, se trata
De dejarse llevar,
antes de que sea ella quien se nos lleve,
a bordo de un demasiado tarde.
*(ya saben a quienes me refiero:
a los paracaidistas con vértigo, al sindicato de marineros en tierra, a los astronautas frustrados que malviven borrachos de lunas en las calles del barrio...)
2 comentarios
Lobo -
pedrillus -